El primer día de mi nueva vida.

Terminé de llegar a la barra y la miré de reojo con una leve sonrisa, volvi a intentar que aquel trasto inutil llamado ordenador portable cogiese la señal para poder conectarme en un servidor instantáneo.

Siento que se acerca y hasta que está en la barra no hablo, es ahí cuando la observo mejor.

-Esto... no, creo que es que aun no han habilitado la señal para el ordenador -comenté con una sonrisa mientras lo cerraba, y lo colocaba con sumo cuidado en la mochila, la cual cerré con tranquilidad para volverme a ella.

-Qué tal el café? -pregunte con una sonrisa jovial.

La observo sentarse con cierta curiosidad y le sonreí con nitidez a la vez que calidez, veo como mira la mochila y me llevo la mano a la barbilla con curiosidad.

-Erik Doyle, es un placer Adhara -dediqué una leve y encantadora sonrisa a su mirar.

Esa frase hizo que malpensará y fingí espantar una mosca de delante de mí.
-Que sabes hacer? - pregunté en referencia a la cafetería.

La observo y sigo moviendo mi mano como si espantase aquella mosca, aunque en verdad trataba de espantar esos pensamientos que me estaba produciendo.
-Sabes preparar café, bebidas y demas? -pregunté con tranquilidad.

Me pongo algo nervioso por su mirar y sonrío relajándome un poco.
-Ten - comenté dándole un papel con el teléfono de la cafetería y el mío - ahí podrás "localizarme" - sonreí.

Sonrío al ver que la guarda y la miro.

-Y cuanto llevas por aquí? -pregunté sacando tema.

Richard Kairos escribió:

Alce una ceja divertido por la pregunta que ella me hizo, le mire fijamente a los ojos, no dije nada, solamente cogí la carta de cafés para leer que clase de café servían en ese lugar, el cual parecía muy bien cuidado...

Mientras leía le conteste a su pregunta:

- Sí me fío de tí..., ¿Sabes? me rompes el corazón... en pensar que no me fío de ti.

Romperte el corazon?-pregunté con sorna mientras le miraba-Richard, no soy nada tuyo, unicamente una...empleada?-dije haciendo una mueca al decir la ultima palabra. Mientras decia estas palabras entró una chica, la miré como me pareció un ser insignificante tampoco la presté demasiada atención, comenzó a hablar con erik, era mejor asi, de esta forma podriamos "conversar" sabiendo que cualquier cosa que dijeramos no prestarian atención-Hay un agujero detrás de una de las estanterias de la trastienda-susurré mirandole-él no lo ha visto-dije refiriendome al dependiente-además tiene una caja cone l simbolo de chronos grabado en su exterior y conoce a Arabel, tal vez deberiamos investigarle-Me mordí el labio inferior mientras epnsaba si revelarle o no mi premonición, al final decidí que si-Por cierto va a tener un encuentro con las logias en la playa-dije como si nada. En ese instante entró Salomon-Joder, habeis decidido seguirme todos hoy o como va la cosa?-pregunté mirandoles a ambos alternativamente con el ceño fruncido

Aunque mi cara reflejaba el mas absoluto de los aburrimientos mientras le escuchaba la verdad era que me interesaba bastante lo que me contaba, siempre era importatne recabar información de los que te rodeaban aunque si ellos no lo notaban, mejor.

Por que atrae este lugar a los chronos?-le pregunté-Solo es una cafeteria, aunque la verdad es que no está mal del todo y el café no es un asco al menos-dije mientras le daba un sorbo.

Por un instante se me heló la sangre en las venas hasta que recordé que richard sabia de mi estancia en las logias, cosa que el resto ignoraban. No habria nada malo en darle cierta información no? Sino pensaria que trabajaba para las logias.

Según la mitología nórdica Yggdrasil es un fresno perenne: el árbol de la vida, o fresno del universo. Sus raíces y ramas mantienen unidos los diferentes mundos: Asgard, Midgard, Helheim, Niflheim, Muspellheim, Svartalfheim, Alfheim, Vanaheim y Jotunheim.-Hice una pausa mientras esperaba que alguno de esos nombres le refrescara la memoria, al ver que no era así decidí continuar explicandole-Así se llaman las torres de las logias

Dejé que mis palabras entraran en su mente mientras encendia un cigarrillo y le miraba enarcando una ceja divertida

La escuché al observar a aquel muchacho.
-Si te sientes bien, sí - comenté sonriente - si no, puedo ir yo, y tu preparar lo que pida... -comenté encogiendome de hombros, hasta escuchar unos raros nombres. Sonreí dado que no se había percatado de ello, y miré al chico de nuevo.
-Qué dices Adhara? te animas? -pregunté esperando conocer su respuesta de la manera mas rapida posible con una gran sonrisa.