Entrevista (Nimue)

Llegó hasta la catedral, aún era de noche y no le sorprendía en nada. el sentirse nerviosa no era un aspecto de ella por lo cual, conservaba la calma aunque sabía que se estaba metiendo justamente en la boca del lobo, prefería no pensar en ello y concentrarse enq ue tenía que entrar, tenía que ser aceptada.

Entró al edificio y subió hasta la torre correspondiente, inspiró aire, sintió el arma en el bolsillo de su chaqueta y no se sintió mucho mas segura por el simple hecho de ser un arma. Miró por todos lados y esperó parada, en medio de aquél lugar tan curioso.

Las puestas se abrieron y ella se quedó mirando un momento antes de ser guiada por dos mujeres que a su parecer, eran sirvientas. Caminó sin decir nada hasta que la llevaron ante una mujer, frunció un poco el ceño no muy segura de nada, pero luego suspiró largamente como de costumbre y ladeó un poco el rostro. No sabía si dirigirse como lo hacía hacia una persona normal o si tenía que hablarle con todos los honores asi que esperó a que ella dijese algo.

Curiosa, todo le daba curiosidad, asintió a su bienvenida. No estaba para de una forma tan formal, sino, relajada. Sinceramente aquella mujer le parecia curiosa y extraña, pero no la miró hasta que ella volvió a darse vuelta para obervarla. Tenía un aspecto extraño pero interesante.

- Busco unirme a usted -frunció un poco el ceño y pasó una mano por su mejilla para quitarse la picasón que había sentido momentaneamente.

Ladeó un poco el rostro, había supuesto que le pediría algo pero como no había dicho nada sobre eso se encogió de hombros levemente y asintió a su condición sin muchas vueltas. Ella solo tenía a pocas cosas, mas bien a dos. Y una no era muy común que digamos a veces pensaba que era un miedo estúpido. Se mordió el labio, esperando paciente la prueba que debía superar.

Funrció el ceño sin comprender verdaderamente nada. Suspiró largo y cansado, aquella actitud simplemente no le gutaba, por muy amable que fuere Nimue, simplemente no le gustaba y era de esas personas que a uno no le agrada sin saber el porqué. No se acercó, porque ella no era tonta.

- ¿A dónde voy a ir y qué tengo que hacer? -enmarcó una ceja.

Suspiró largamente y miró el suelo unos moemntos antes de hacer nada. Si salía viva debía recordar darle un buen golpe a ese chico y visitar a otro. No entendía lo que era eso de encontrarse a si misma, harta cantidad de peliculas de ese tipo había visto, pero nunca lo había entendido. Entonces ¿Cómo poder encontrarse a si misma si no sabía lo que era eso?

- Si me explicas qué es encontrarse a si mismo lo haré -la miró atenta, los reflejos alerta, no se sentía nerviosa, pero si algo insegura.

Inspiró aire, dudaba mucho el que no puediera pasar esa prueba, siempre se antenía pensando en ello que la atormentaba estaba acostumbrada, aunque a veces trataba de reprimirlo muchas otras se sumergia en recuerdos dolorosos, reconocía sus miedos, claro, y siempre le había parecido de lo mas estúpido. Asintió y sin mas, tocó el espejo con la mano.

Parpadeo varias veces, había sido... interesante y muy extraño. Miró a la mujer y asintió, conteniendo una gran sonrisa de suficiencia. Se frotó la cara con las manos para despejarse. Miró a Nimue y sonrió de lado, aparentando tranquilidad.

- Estoy contenta de haber pasado la prueba -confesó, en reliadad era cierto, aunque fuese para las Logias.

Se lo pensó un poco, hasta ahora no se le ocurria exactamente nada de nada pero estaba segura que luego surgiria alguna que otra duda. Negó con la cabeza.

- Supongo que no por ahora, estoy segura que luego, cuando despeje mi mente, se me ocurrirá algo -sonrió de lado y ladeó un poco el rostro. Aún no selo creía.

Se lo pensó un poco, especialidades ¿Tener reflejos era una? Negó con la cabeza pensando claramente, de suerte que sabía manejar mínimamente un arma. Se mordió los labios hasta que finalmente se decidió. Suspiró pesadamente, no le molestaba que la miraran fijamente, estaba acostumbrada, no la cohibia.

- Pues, en realidad yo no tengo a lo que ustedes llaman "especialidad" -frunció el ceño- De todas formas yo creo que deberia hubicarme por mi caracter, no vaya a ser que haya roces entre nosotros, no? -enmarcó una ceja.