La soledad a veces es aburrida (Damnboy)

Aún tenía cosas qué pensar, alguna estrategia, algo para salir rápido de problemas, se planteaba firmemente que no debía meterse en lios. Obedecer. Aunque eso fuera en contra de sus propios ideales, aunque eso le costara su libertad, era demasiado leal, y no le gustaba defraudar a nadie.

Metió las manos en los bolsillos y se quedó para fernte al lago, mirando el agua con gesto ausente, demasiado seria. Aquella soledad le dejaba lugar a sus pensamientos, a veces a sus recuerdos, se sumergía en ellos, se predía. De todos modos, cuando no había en qué pensar o sinplemente prefería no hacerlo, se aburría y mucho. Esta era una de esas ocaciones.

Estaba demasiado sumisa en el agua cuando la tiraron al suelo, aquella habilidad innata suya para los reflejos la había abandonado por momentos. Miró al culpable parpadeando medio anonada, porque la verdad era que no se lo había esperado. Entrecerró los ojos porque aquél chico ni siquiera se había dedicado a ayudarle la levantarla, en cambio, lo hizo ella sola.

- Tonto -dijo entre dientes, dando palmaditas a su ropa para quitarle la tierra que se había pegado a ella cuando estaba en el suelo. Suspiró. Que poco considerada es la gente, solo piensan en ellos mismos. Lo miró de reojo y volvió la vista al agua, como antes, refunfuñando.

Su indignación creció bastante más por el simple hecho de verlo sonreir. No entendía lo divertido de la situación, nunca le había visto anda bueno en hacer enojar a otros y si aquello había sido a propósito Eline le haría directamente la cruz a ese chico. Ya lo había visto una vez, solo una, y solo de vista. Estaba segura que eran del mismo bando, de todos modos decidió guardarselo y seguir con su antigüa actividad antes de que fuese interrumpida por él. Debía admitir, aquella katana no le infundía mucha seguridad.

Le vió sonreir más y claro, fue el colmo, porque era facil hacerla enojar, demasiado. Y no era recomendable hacerlo, no porque fuera una fiera salvaje sino porque simplemente no era bueno, ella no era de las personas que olvidaban y perdonaban con rapidez, todo perduraba en su memoria y gurdaba el rencor de pequeñas cosas.

- ¿Qué es tan divertido? -se cruzó de brazos con el ceño fruncido y mirandolo de una forma acuzatoria, como si hubiese echo algo terriblemente malo.

Simplemente ella no entendía nada de lo que hacía, actuaba de una forma que le parecía tan irritante, ella estaba cien porciento segura de que todo era a propósito para hacerla enojar. De todas formas, aunque le mirara así, le prestaba atención. Tal vez demasiada debido a su permanente curiosidad para todo.

Un movimiento extraño, se puso en pie y recorrió aquella distancia que los separaba, auqnue fuera poca, casi corriendo. ¿Qué rayos..? Para cuando él se había clavado la Katana ella estaba ahi, sin saber qué hacer exactamente.

- Tu tienes serios problemas pscológicos o no te quieres a ti mismo -No lo tocó por miedo a hacerle mas daño, pero estaba ahi, a su lado.- ¿Qué te pasa? ¿Cómo vas a hacer eso? -se mordió con fuerza el labio, esa sensación de impotencia le resultaba estresante.

Se lo quedó mirando un momento al no identificar sentimiento alguno en su voz, nada, neutra. Inspiró aire para tranquilizarse un poco mientras se fijaba en que no tenía ninguna herida. Hizo una "o" con los labios, entendiendo el porqué. De todos modos negó con la cabeza, aquí ya salía su lado teztarudo, genial.

- Bueno, de todas formas, no lo hagas -se sentó a su lado con lo brazos cruzados y mirando el lago otra vez, con los labios apretados. A veces el actuar como una niña le salía del alma, simplemente era su actitud.

No le escuchó duramente unos moemntos, tampoco es que le prestara demasiada atención o tal vez si, ya que era el único ahí y a ella la soledad de ese lugar le comenzaba a aburrir ese no era un día como para sentir nostalgia de la familia perdida. Cuando le escuchó hablar lo miró de reojo, conteniendo una sonrisa. al menos le hablaba, era un avance.

- Eline -giró el rostro para verlo- Eli -corrigió, a ella no le gustaban para nada las formalidades, le parecían demasiado para su actitud- ¿y Tú? -ladeó un poco el rostro, toda aquella situación le hacía recordar cuando en la escuela conocía a nuevos alumnos.

Suspiró, le parecía totalmente descarado que hiciera eso en frente suyo. No se atrevía a quitarle la katana, aún no, pero sabía que en cualquier momento lo haría. Le hacía mal a ella misma ver que hiciera eso, pero no le entendía, no tenía ni idea de porqué hacía aquello.

- Oye, basta -lo miró fijamente- Aunque puedas regenerarte no es nada bueno ¿Acaso quieres que me de un ataque o algo? -se mordió los labios otra vez, esa manía suya, estaba segura, nunca se iría. No podía evitar sentirse así y estaba segura que jamás podría soportar ver a una persona infrinjirse daño.

El corazón le dió un vuelco, se sintió culpable. por un lado era extraño y por el otro le comprendía, pero ella para olvidar no utilizaba el dolor ni tampoco había pensando hacerlo. Simplemente no olvidaba y dejaba que los recuerdos la sumieran en un mundo ficticio donde todo estaba bien, esa era su forma de escapar de la realidad.

- Deberias buscar otra forma para olvidar -lo miró de reojo- o simplemente aceptarlo, como yo lo hago -se encogió de hombros levemente. Auqnue sabía que su opción tal vez era la mas dolorosa la prefería.

Miró el suelo, le entendia con total claridad y solo una caosa llamó su atención y era que había hablado bastante y se había bierto a ella cuando en un momento pensó que era de aquellos callados. Suspiró largamente ante eso que escuchaba.

- Ya te dije, ahy que aceptarlo, es el ciclo de la vida y no se puede hacer nada contra eso -cerró momentaneamente los ojos- Yo también he perdido personas a las que quería y me duele y me siento totalmente culpable con eso, el olvido no es algo que yo conozca -inspiró aire- ahyi que saber ser fuerte y no digo físicamente -frunció un poco el ceño sin abrir los ojos aún- yo no tengo muy buena suerte que digamos, solo sigo viva porque mis reflejos me lo permiten -se mordió el labio inferior- sigo con la idea de que no esta bien lo que haces -abrió los ojos y miró la superficie del agua.

Negó con la cabeza, de una forma u otra, teztaruda como era, ella no lo iba a aceptar. Simplemente no existía motivo alguno para herirse físicamente, ninguno era válido para ella. Segurmente lo mejor hubiera sido acabar ocn su vida hacía unos años, pero decidió que sus padres no lo hubieran querido y siguió su vida. Todo estaba tomando un curso que no le gustaba, su situación era complcada, la de los dos, mejor dicho.

- ¿Cuantos años tienes? -ladeó un poco el rostro, aunque podría calcularlos prefería saberlo de boca suya y nada no suponer estupideces, sabíaperfectamente que las apariencias engañaban. Lo miró, sonriendo de lado.

Su sonrisa se borró cuando comenzó a reir, porque pensaba que se reia de ella. Tú y tus pensamientos... Suspiró y rodó los ojos mientras negaba con la cabeza varias veces, ella no estaba dispuesta a decir cualquier cosa para llevarse una sorpresa.

- Solo dime -mordió otra vez su labio, muchas veces se había lastimado por ello.

Le debolvió la sonrisa y asintio tranquila, feliz de tener una distracción a aquellos temas que no le gustaban tocar aunque tenía muy en claro que le tocaba a él hablar de algunas cosas no muy agradables. Se mordió otra vez el labio, comenzaba a arderle, sin dudas se había lastimado, pero no le importaba mucho era algo mínimo y casi no le dolía.

- Tengo todo el tiempo del mundo -comenzó a jugar con sus manos, esperando que él comenzara.