Nombre completo: Arabella Voreau Knox
Edad: Veinte y tres años.
Descripción Física: (Jaimie Alexander, pelo castaño, ojos color marrón-verde pardo técnicamente, un metro y setenta centímetros de estatura, cuerpo definido, rostro fragil y bien definido a su vez, refleja mucha sensualidad aunque Arabel es más que eso.
Descripción Psicológica:Posee una intuición muy aguda, su humor y ells son totalmente volubles de hecho en el internado al que acudio pensaron que tenía personalidad múltiple (DMV IV) más en realidad es bipolar redomada en tratamiento, presenta irascibles y anómalos cambios de humor, así que sus relaciones se basan en como la trates tu a ella, cuidado...
Bando: Chronos.
Otros: Cicatriz tras la rodilla, y tras el codo, ambos del lado derecho.
- Gustos: El color de la sangre, la ópera, y las damas (juego) bueno mujeres también ¿por qué no?
- Fobias: Kenofobia, Teofobia, Dishabiliofobia
- Habilidad: Telemetría
- Objetos Intimos: Yo-yó de su primer mejor amigo, un trozo de corteza con un nombre grabado, y mucho dinero en el banco (XD tenía que poner esto xDD)
Historia:
Arabel siempre fue una niña independiente, hacía lo que quería, como quería, cuando quería, y donde quería.
Nació en el mil novecientos ochenta y seis un frío tres de noviembre, en una noche de tormenta, fue concebida en un atasco de tráfico a las doce en punto de la madrugada que daba inicio al tercer día de dicho y anteriormente mencionado mes, la niña era blanca, con ojos claro-oscuros y una bonita y graciosa melena castaño oscuro casi negro adornando su ensangrentada cabecita, la madre murió en el parto después de abrazar a su hija, pero ello era algo que su padre ya bien sabía, su madre estaba débil pero dicha mujer decidió tenerla dejando que el “destino” de su salud se decidiese en aquel parto, tras su nacimiento su padre se volvió super-protector con ella, era el reflejo de su madre, pero con mayor frialdad, y peor carácter, ella fue una niña problemática con un promedio de notas altas, aunque nunca se la etiquetó de “empollona” si no más bien de “macarra” a cualquier lugar la acompañaban unas cadenas que para ella simbolizaban la unión a la vida, y a la muerte, la conexión entre su primer día de vida, su pasado, su presente y su futuro, a la “tierna” edad de dieciséis años fue a un reformatorio, pero no por gamberradas si no por que dejo de ir “bien” en los estudios y su padre no podía mantenerla dada esta situación su padre murió... murió de tristeza, cosa que a ella nunca le comentaron, pero la intuyó, y su intuición la confirmó en su totalidad, a los veinte y un años tras pasar aquellos años en dicha cárcel decidió vivir, investigar que le ocurría a su madre para haber muerto según ella nació, algo de lo que siempre se culpó...
Por todo esto, por este inicio estudió el tiempo y las maneras de acceder y alterarlo de forma que el espacio tiempo no se dañe en demasía.